Vivimos tiempos inciertos, donde conseguir financiación cuesta más, los impagos aumentan y cualquier error puede salir caro. Por todo ello, es evidente que emprender rara vez es una tarea sencilla.
En este contexto, muchos autónomos y empresarios se enfrentan a una realidad complicada: tienen una actividad viable, pero las deudas les asfixian.
La buena noticia es que existe una salida legal para volver a empezar con fuerza: la Ley de Segunda Oportunidad. Esta herramienta, en vigor desde 2015 en España y actualizada en 2022, permite reducir o cancelar deudas y seguir adelante sin cargas insostenibles.
En esta guía elaborada por ADADE Zaragoza te explicamos cómo funciona este mecanismo, quién puede acogerse, qué requisitos hay que cumplir y, sobre todo, cómo puede ayudarte a proteger lo más importante: tu futuro como profesional o empresario.
La Ley de Segunda Oportunidad: Un aliado para empresarios
La Ley de Segunda Oportunidad (técnicamente, la Ley 25/2015, de 28 de julio) es una herramienta legal pensada para personas físicas —incluidos autónomos y empresarios individuales— que, pese a haber actuado de buena fe, no pueden hacer frente a sus deudas.
Su finalidad es clara: ofrecer una salida real a quienes se han endeudado sin posibilidad de remontar, permitiéndoles cancelar total o parcialmente sus deudas y empezar de nuevo.
En el caso de los autónomos y pequeños empresarios, esta ley cobra especial importancia. Cuando la deuda se vuelve insostenible, seguir adelante con el negocio se hace imposible.
Con la Ley de Segunda Oportunidad, es posible detener embargos, suspender pagos y renegociar obligaciones. Y si se cumplen ciertos requisitos, se puede incluso lograr la cancelación definitiva de las deudas pendientes.
En un entorno económico exigente, esta ley representa una segunda oportunidad real para quienes tienen una actividad viable, pero necesitan liberarse del peso del pasado para afrontar el futuro con tranquilidad y sin cargas.
¿Qué beneficios ofrece la Ley de Segunda Oportunidad a una empresa o autónomo?
Acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad implica múltiples beneficios.
- Eliminar pasivos improductivos que bloquean la liquidez operativa.
- Reestructurar la deuda y reiniciar la actividad sin carga financiera asfixiante.
- Evitar el cierre o cese de actividad de sociedades unipersonales o negocios personales.
- Mejorar la reputación crediticia tras la exoneración y volver a acceder al crédito en el medio plazo.
Según datos del Registro Público Concursal, en el último año más de 7.500 profesionales y empresarios individuales han recurrido a esta vía legal en España, con una tasa de resolución favorable superior al 85% cuando se cumplen los requisitos correctamente.
Perfiles que pueden acceder al mecanismo de segunda oportunidad
La Ley de Segunda Oportunidad está diseñada para personas físicas: autónomos, empresarios individuales o particulares con actividad económica.
Es importante aclarar que las sociedades mercantiles no pueden acogerse directamente, aunque existen otros procedimientos concursales adaptados. Este mecanismo es especialmente relevante para:
- Profesionales liberales con pasivos financieros altos.
- Autónomos que han cesado su actividad con deudas.
- Emprendedores con responsabilidad personal avalada.
- Empresarios con deudas personales tras la liquidación de sociedades.
Requisitos para acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad
Requisito | Descripción |
Insolvencia real | El deudor no puede hacer frente de forma regular a sus obligaciones de pago. |
Buena fe del deudor | No haber sido condenado por delitos económicos, no haber ocultado bienes y haber intentado un acuerdo extrajudicial de pagos o justificar su intento. |
Mínimo número de acreedores | Se deben tener al menos dos acreedores distintos (pueden ser bancos, proveedores o administraciones públicas). |
Plazo desde un procedimiento anterior | No haberse acogido a la ley en los últimos 5 años (si fue por liquidación) o en los últimos 2 años (si fue por plan de pagos). |
Pago de créditos privilegiados y contra la masa | Haber satisfecho (o poder hacerlo) deudas como cotizaciones sociales, salarios o impuestos clasificados como créditos privilegiados o contra la masa. |
¿Cómo es el procedimiento? Las fases para empresarios
El proceso de la Ley de la Segunda Oportunidad se articula en dos grandes etapas.
Acuerdo extrajudicial de pagos (AEP)
- Interviene un mediador concursal.
- Se propone un plan de pagos a los acreedores, con quitas y esperas.
- Si el acuerdo fracasa, se inicia el concurso consecutivo.
Concurso consecutivo
- El juez puede exonerar el pasivo insatisfecho (EPI), es decir, cancelar legalmente las deudas.
- Hay dos vías de exoneración:
- Con liquidación de activos: Se cancelan todas las deudas tras liquidar patrimonio no esencial.
- Sin liquidación (Plan de pagos): Permite conservar la vivienda habitual o herramientas de trabajo a cambio de asumir un plan de pagos de 3 a 5 años.
Este segundo modelo, más flexible, fue introducido con la reforma de 2022, que simplificó trámites y eliminó la exigencia de pasar previamente por el AEP en algunos casos.
¿Qué deudas pueden ser exoneradas por la LSO?
- Créditos bancarios y financieros.
- Préstamos personales.
- Avales personales.
- Deudas comerciales con proveedores.
- Parte de las deudas con Hacienda o Seguridad Social (hasta un máximo de 10.000 € por cada uno).
No pueden exonerarse
- Pensión de alimentos.
- Multas penales.
- Indemnizaciones por responsabilidad civil.
¿Qué pasa después de acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?
Acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad es un paso importante para dejar atrás las deudas y empezar de nuevo, pero ¿qué ocurre después?
Una vez finalizado el proceso, comienza una nueva etapa en la vida del deudor, con implicaciones legales, económicas y personales que conviene conocer para aprovechar al máximo esta segunda oportunidad.
- Cesan embargos y procedimientos judiciales en curso.
- Se inscribe en el Registro Público Concursal.
- El empresario puede retomar su actividad sin cargas.
- Puede volver a solicitar financiación a medio plazo (aunque los efectos en la CIRBE pueden durar un tiempo).
Este nuevo comienzo permite, por ejemplo, constituir una nueva empresa sin cargar con los errores financieros anteriores.
¿Dónde se solicita la Ley de Segunda Oportunidad?
Dada la complejidad legal y la necesidad de presentar documentación contable y financiera clara, recomendamos asesorarse con nuestros profesionales en reestructuración empresarial.
La tramitación de la Ley de Segunda Oportunidad en España debe realizarse:
- A través de un profesional especializado (abogado concursalista).
- Ante notaría o registro mercantil si hay actividad empresarial.
- En el juzgado mercantil, en caso de concurso consecutivo.
Casos reales y ejemplos de la LSO
Un estudio publicado por el Consejo General de Economistas en 2024 reveló que el 67% de los autónomos que se acogieron al plan de pagos sin liquidación de patrimonio conservaron su vivienda habitual, mientras que un 43% reactivaron su actividad profesional en los siguientes 18 meses.
Esto demuestra el impacto positivo del mecanismo como estrategia para empresas viables pero afectadas por deudas estructurales.
Profesionaliza tu reinicio financiero con ADADE Zaragoza
La Ley de Segunda Oportunidad no es una fórmula mágica, pero sí una solución legal, legítima y eficaz para aquellos empresarios que quieren volver a operar en un entorno saneado.
Hablamos de acabar con tus deudas, al mismo tiempo que proteger tu capacidad de crear valor y seguir generando actividad económica.
Si tu empresa atraviesa una situación crítica o acumulas cargas que impiden avanzar, te invitamos a explorar este mecanismo con el apoyo de nuestra asesoría especializada.
Te ofrecemos el conocimiento, el enfoque estratégico y la capacidad de anticipación, ideal para aprovechar esta oportunidad legal con éxito.
En ADADE Zaragoza te asesoramos de forma personalizada y gestionamos todo el proceso para que puedas volver a empezar con seguridad y tranquilidad. Contáctanos.
Preguntas frecuentes sobre cómo funciona la Ley de Segunda Oportunidad
¿La Ley de Segunda Oportunidad es solo para particulares?
No. Aunque puede aplicarse a particulares, está especialmente pensada para autónomos y empresarios individuales que, por motivos económicos, no pueden cumplir con sus obligaciones financieras.
Las sociedades mercantiles no pueden acogerse directamente, pero sí sus administradores si asumieron deudas personales.
¿Es necesario liquidar todo el patrimonio?
No siempre. Desde la reforma de 2022, es posible mantener ciertos activos esenciales (como la vivienda habitual o herramientas de trabajo) si se opta por un plan de pagos ajustado durante 3 o 5 años. Es una vía especialmente interesante para empresarios con operaciones viables.
¿Qué pasa con las deudas con Hacienda o Seguridad Social?
Pueden exonerarse parcialmente: hasta 10.000 euros por organismo (Hacienda y Seguridad Social). A partir de esa cifra, solo se puede aplazar, pero no eliminar. Esta es una de las características más importantes para muchos autónomos con cargas fiscales acumuladas.
¿Cómo afecta esto a mi reputación financiera?
La solicitud queda registrada en el Registro Público Concursal, lo cual puede afectar temporalmente a tu acceso al crédito. Sin embargo, tras la exoneración, puedes reconstruir tu historial financiero con más solidez que si permaneces en situación de impago.
¿Cuánto tiempo dura el proceso completo?
Depende del caso, pero en términos generales:
- Procedimientos con liquidación completa: 6 a 12 meses.
- Procedimientos con plan de pagos: El plan puede extenderse entre 3 y 5 años, aunque el inicio del procedimiento es más ágil (entre 3 y 6 meses).