Aprender qué son los pasivos corrientes y no corrientes, además de la manera sobre como se diferencian, cómo se clasifican y cómo se gestionan, representa una ventaja para los emprendedores en España.
Por ello, en Adade Zaragoza escribimos este análisis completo sobre qué significa el pasivo de una empresa que, en un lenguaje cotidiano y para ir ya entrando en el tema, son las deudas u obligaciones contraídas con terceros por la organización. El pasivo, muchas veces temido por las empresas, puede ser una oportunidad interesante si lo gestionas con inteligencia y cautela.
¿Qué son los pasivos corrientes y no corrientes en contabilidad?
Empecemos a adentrarnos en estos dos conceptos tan importantes para la gestión de tu negocio, aún más para pequeñas y medianas empresas en España. Como ya hemos señalado en la introducción, los pasivos representan las obligaciones financieras de una empresa con terceros. Son deudas o compromisos adquiridos que la compañía debe liquidar en el futuro.
Aprender a identificar y clasificar correctamente estas obligaciones permite tomar decisiones estratégicas de cara al futuro, garantizando la estabilidad y sostenibilidad de tu negocio. En términos contables, los pasivos se agrupan en dos categorías principales:
- Pasivos corrientes: Deudas de corto plazo (menos de 12 meses).
- Pasivos no corrientes: Obligaciones de largo plazo (más de 12 meses).
Diferencias entre pasivos corrientes y no corrientes
A continuación, presentamos una tabla que facilita la comparación visual entre pasivos corrientes y no corrientes:
Categoría | Definición | Ejemplos |
Pasivo corriente | Deudas y obligaciones que deben liquidarse en el próximo año fiscal. |
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Pasivo no corriente | Deudas con un plazo de pago superior a un año, utilizadas para inversiones estratégicas y crecimiento a largo plazo. |
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¿Por qué los pasivos son decisivos dentro de tu empresa?
Al representar las obligaciones de tu empresa, los pasivos corrientes y no corrientes se convierten en un índice directo de la estabilidad y de la capacidad de operación de la misma. Su importancia y su determinación para la toma de decisiones radica, principalmente, en seis características a prestar atención:
- Establecen la solvencia y liquidez empresarial: Los pasivos permiten evaluar la capacidad de pago de una empresa en el corto y largo plazo. Un exceso de pasivos corrientes puede indicar problemas de liquidez, mientras que una estructura de pasivos no corrientes equilibrada permite planificar el crecimiento sostenible.
- Permiten financiar el crecimiento del negocio: Las empresas suelen recurrir a deudas de largo plazo (pasivo no corriente) para realizar inversiones estratégicas, como la compra de maquinaria, expansión de instalaciones o desarrollo de nuevos productos. Sin este tipo de financiamiento, el crecimiento sería más lento o dependiente solo del capital propio.
- Ayudan a medir el riesgo financiero: Los pasivos forman parte de indicadores como el ratio de endeudamiento, que mide qué porcentaje de la empresa está financiado con deuda en lugar de con capital propio. Un endeudamiento alto puede significar un mayor riesgo financiero.
- Facilitan la planificación financiera: Distinguir entre pasivos corrientes y no corrientes permite a las empresas diseñar estrategias de pago y refinanciación adecuadas, asegurando que siempre tengan fondos suficientes para operar sin problemas.
- Impactan en los estados financieros: En el balance de situación, los pasivos afectan directamente el patrimonio neto y los recursos disponibles. Un correcto manejo de los pasivos permite presentar finanzas saludables ante inversionistas, bancos y organismos fiscales.
- Son determinantes para la gestión fiscal y contable: Las obligaciones fiscales y laborales son parte de los pasivos corrientes. Su correcta contabilización es requisito para cumplir con la normativa contable y tributaria, evitando sanciones y problemas legales.
Relación entre activos y pasivos en una empresa
Los pasivos tienen una relación directa de implicación con otra categoría empresarial: los activos. Los activos son los recursos económicos que posee una empresa y que tienen un valor monetario. Representan todo aquello que la empresa controla y que puede generar beneficios futuros.
Los activos se registran en el balance de situación y se clasifican en dos grandes grupos, llamados de forma idéntica que los pasivos, corrientes y no corrientes. ¿Cuáles son las diferencias entre activo corriente y no corriente?
- Activos corrientes: De corto plazo. Son bienes y derechos que pueden convertirse en dinero en menos de un año. Se utilizan en la operación diaria de la empresa.
- Activos no corrientes: De largo plazo. Son bienes y derechos que la empresa mantiene por más de un año y que generan valor a largo plazo.
La diferencia entre activo y pasivo queda en evidencia a simple vista tras entender el significado de ambos conceptos. Mientras que los activos representan los bienes y derechos de la empresa, los pasivos son las obligaciones y deudas. El balance entre ambos es una característica ineludible de un negocio exitoso.
Ejemplos de activos en una empresa
Activos corrientes | Activos no corrientes |
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Riesgo de insolvencia: más pasivos que activos
El riesgo de insolvencia ocurre cuando una empresa tiene más pasivos que activos, lo que significa que sus deudas y obligaciones superan el valor de sus bienes y derechos. En esta situación, la empresa puede enfrentar dificultades para cumplir con sus pagos, lo que podría llevarla a problemas financieros graves, incluyendo la quiebra.
Ejemplo Práctico:
Si una empresa tiene activos por 500.000 € (dinero en cuentas, maquinaria, inventarios) pero pasivos por 700.000 € (préstamos, facturas pendientes, impuestos), significa que debe más de lo que posee, generando riesgo de insolvencia.
Consecuencias del riesgo de insolvencia:
- Dificultad para pagar proveedores y empleados.
- Problemas para obtener nuevos créditos.
- Posibles demandas y embargos.
- Declaración de concurso de acreedores o quiebra.
Reiteramos que las empresas deben mantener un equilibrio saludable entre activos y pasivos, asegurando suficiente liquidez para cubrir sus deudas.
Asesoría contable y consultoría financiera para ti en Adade Zaragoza
Ya hemos hecho hincapié en la importancia de gestionar con precisión los pasivos y activos, corrientes y no corrientes, dentro de tu empresa. La dinámica propia del negocio y los continuos desafíos pueden ser mucho para ti, por lo que contar con nuestros asesores profesionales y especializados en finanzas es una tranquilidad.
Desde 1994, en Adade Zaragoza somos especialistas en ofrecer servicio de asesoría y consultoría contable. Asumimos con responsabilidad y esmero todas aquellas tareas que no puedes abarcar por estar enfocado en tu empresa. Visítanos y concierta una cita en nuestra página web.
Preguntas frecuentes sobre los pasivos corrientes y no corrientes
¿Quién debe firmar la escritura de constitución?
Todos los socios fundadores deben firmarla ante notario, junto con el administrador de la sociedad, si es aplicable.
¿Cómo afectan los pasivos al balance de una empresa?
Los pasivos representan las deudas de la empresa y se restan del activo total para calcular el patrimonio neto. Un alto nivel de pasivos corrientes puede afectar la liquidez y generar problemas financieros.
¿Qué ocurre si una empresa tiene más pasivos que activos?
Si los pasivos superan a los activos, la empresa puede enfrentar problemas de insolvencia, dificultando el acceso a financiamiento y aumentando el riesgo de quiebra.
¿Se pueden convertir pasivos no corrientes en pasivos corrientes?
Sí, cuando una deuda de largo plazo está próxima a vencer (menos de 12 meses), pasa de ser un pasivo no corriente a un pasivo corriente.
¿Los pasivos siempre representan algo negativo para una empresa?
No necesariamente. Un nivel controlado de pasivos puede ser beneficioso, ya que permite financiar inversiones estratégicas y expandir el negocio sin necesidad de utilizar solo capital propio.
¿Cómo afecta la inflación a los pasivos de una empresa?
La inflación puede aumentar el costo de financiamiento si los intereses de los préstamos suben, afectando la capacidad de pago de la empresa y su estabilidad financiera.